Devocional: Ser audaz

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. (Hebreos 4:16)

Cuando tú y yo oramos, debemos acercarnos a Dios como creyentes, no como mendigos. Recuerda, de acuerdo con Hebreos 4:16, podemos acercarnos al trono confiadamente: no mendigando, sino confiadamente; no beligerantemente, sino audazmente.

Asegúrate de mantener el equilibrio. Se respetuoso, pero se audaz. Acércate a Dios con confianza. Cree que Él se deleita en tus oraciones y está listo para responder a cualquier solicitud que esté de acuerdo con Su voluntad.

Como creyentes, debemos conocer la Palabra de Dios, que es Su voluntad. Cuanto más estudiamos la Palabra de Dios, más confiados nos volvemos al pedir.

Mientras tu y yo nos presentamos valientemente ante el trono de la gracia de Dios, pidiendo con fe de acuerdo con Su Palabra y en el nombre de Su Hijo Jesucristo, podemos saber que tenemos las peticiones que le pedimos. No porque seamos perfectos o dignos en nosotros mismos, o porque Dios nos debe algo, sino porque Él nos ama y quiere darnos lo que necesitamos en la vida.

Jesús ha comprado una herencia gloriosa para nosotros mediante el derramamiento de Su sangre. Como coherederos con Él, podemos orar con valentía.

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *