Debemos darle gracias a Dios todos los días por el precioso don de la vida. La genuina gratitud y el descontento nunca se encuentran juntos. Creo totalmente en mi ser que todo aquel que ha recibido al Señor Jesucristo en su corazón, nunca debe dudar de dar gracias en todo por su bondad y misericordia. Lo que Él hace por nosotros de extendernos un día más, más todo lo que recibimos es suficiente para darle gracias todos los días. Dar gracias tiene que ser una actitud de vida, así nunca nos olvidaremos.
La Biblia dice: Den gracias al Señor, porque Él es bueno; y su amor perdura para siempre. Salmo 107:1