La Paz es un Regalo. Dios es el que la garantiza. Disfrutar o no de esta Paz es algo que está completamente en nuestras manos. Dios nos la ofrece. Aceptarla depende de nosotros.
Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos vosotros. 2 Tesalonicenses 3:16