Empecemos diciendo que la familia ocupa un lugar prominente en tu vida, y lo mismo ocurre con tus hermanas y hermanos en el Señor y también en amigos y compañeros de trabajo. Ellos conocen tus mayores puntos fuertes y tus debilidades más íntimas, pero con una agenda diferente. La familia de Dios está para edificarte en el área de tus debilidades y extraer lo mejor de ti en el área de tus puntos fuertes. Aunque a menudo es doloroso, es un proceso diseñado para hacerte fuerte y fructífera. Hay una gran recompensa en soportar la adversidad de las relaciones.
La que dice La Palabra:
Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndonos los unos a los otros. Rom 12: 10