Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. (Isaías 30:15)
Usted necesita a Dios. Esa es la frustración que ha estado aflorando repetidas veces en su corazón: su anhelo profundo, no reconocido, de la presencia y la provisión de Dios. El problema es que usted continúa luchando contra Él, tratando de manejar con sus propias fuerzas los problemas que enfrenta. Y cuando los asuntos de la vida no marchan como espera, su fe falla.
Amigo, usted no tiene que ser «lo suficientemente bueno» o manejar las cosas a la perfección para triunfar en las pruebas o agradar a Dios. Por el contrario, la lucha que usted siente se debe a que se niega a descansar en el cuidado maravilloso de Dios.
Sin embargo, sepa que el Padre le ama tal como usted es y quiere que repose en Él. No puede hacer nada para lograr que Dios le ame más, ni ningún fracaso hará que Él se interese menos en su persona. Su devoción hacia usted es completa, perfecta e incondicional.
Así que vuélvase a Él. Concuerde con su sabiduría y obedezca lo que le ordena. Permítale ser su fortaleza infalible. Porque Dios sin duda alguna hará un camino maravilloso para usted cuando descanse en Él.
Señor, te necesito. Por favor, enséñame cómo someterme a ti y descansar en tu cuidado amoroso. Amén.
En su presencia… descanse con confianza.