Señor, gracias por estar siempre conmigo cuando más te necesito, gracias por ser mi luz, mi fuerza y mi refugio en tiempos de angustia; hoy quiero poner en tus hermosas manos mi camino, mi vida y todos mis anhelos; no me abandones y llena mi mente de paz, guíame y protégeme en todo momento.
Buenos Días.
Dios Te Bendiga.