Mensaje de Hombre # 52: No rendirse

Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. (Hechos 20:24)

Cuando estoy por completar los 40 minutos de ejercicios, casi puedo garantizar que mi instructor gritará: «¡Terminen con fuerza!». Todos los entrenadores personales o grupales que he conocido usan esta frase poco antes de finalizar. Saben que el final del ejercicio es tan importante como el principio, y que el cuerpo humano tiende a bajar el ritmo o aflojar cuando ha estado en movimiento por un tiempo.

Lo mismo sucede con nuestro andar con Jesús. Pablo les dijo a los ancianos de la iglesia de Éfeso que necesitaba terminar con fuerza camino a Jerusalén, donde enfrentaría persecución por ser apóstol de Cristo (Hechos 20:17-24). Sin embargo, no se desanimó. Su misión era terminar el viaje que había iniciado y cumplir con el llamado de Dios. Su tarea era «dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios» (v. 24), y quería terminar fuerte. Aunque le aguardaban dificultades (v. 23), siguió corriendo hacia la meta; enfocado y decidido a permanecer firme en su viaje.

Ya sea que ejercitemos nuestra musculatura física o desarrollemos las habilidades que Dios nos ha dado, mediante palabras o acciones, el recordatorio de terminar fuertes puede incentivarnos. No nos cansemos (Gálatas 6:9). No abandonemos. Dios proveerá lo necesario para terminar con fuerza.

Reflexiona y ora

¿Qué haces cuando te cansas y tienes ganas de rendirte? ¿Qué beneficio tiene terminar fuerte?

Padre, quiero terminar fuerte para tu gloria.

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *