Ya todas sabemos que las palabras acaloradas realmente estresan las relaciones. Una mentira piadosa puede parecer más fácil de digerir que la pura Verdad de una situación, pero Dios te ha bendecido con la ayuda de su Espíritu Santo para llevar la Verdad a la vida de los demás. Él conoce sus corazones y las palabras que se deberían decir para acercarles más a Dios y a ti. La Verdad mesclada con amor es un rico tesoro, y cuando rebosa en tu corazón, se convierte en un hermoso regalo para los que te rodean.
Lo que dice La Palabra:
Siguiendo la Verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es Cristo. (Efesios 4:15)