A medida que abrimos nuestros corazones y nuestra actitud a Dios, poniéndolo en el primer lugar de nuestras vidas y buscando su dirección, él nos mostrará pequeñas maneras de organizar nuestro caos y de llevar una existencia más llena de paz y orden.
Lo que dice La Palabra:
Pero de día mandará Jehová su misericordia, Y de noche su cántico estará conmigo, Y mi oración al Dios de mi vida. (Salmos 42:8)