Los momentos difíciles revelan las verdaderas amistades. En parte eso es verdad porque las verdaderas amigas son las que permanecen a tu lado cuando los momentos no son buenos ni cómodos y para nada divertidos; pero también es cierto porque cuando estás en tu peor momento o eres débil, sólo puedes soportar a tu lado a tus verdaderas amigas, aquellas que ya te conocen por dentro y por fuera y te aceptan tal como eres. Es bonito tener conocidos, pero dentro de nosotras anhelamos amistades auténticas que os den una conexión tan fuerte como la de nuestros familiares. Acércate a otros y deja que Dios haga el resto, y verás que Él no te decepcionará.
Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero !!ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. Eclesiastés 4:10