Según su sabiduría es alabado el hombre; Mas el perverso de corazón será menospreciado. (Proverbios 12:8)
Tu vida recibe un gran impacto por las palabras que te han dicho. De igual modo, tus palabras impactan las vidas de aquellos que te rodean, para mejor o para peor. Eso da que pensar.
Muchas personas han sido ahogadas por la inseguridad debido a que sus padres les dijeron palabras de juicio, crítica y fracaso. Esas personas heridas pueden ser sanadas recibiendo el amor incondicional de Dios, pero se necesita tiempo para sobreponerse a la imagen errónea que tienen de sí mismos.
Por eso es importante que utilices tus palabras para bendición, sanidad y edificación en lugar de hacerlo para maldición, herida y derribo. Si las palabras te han herido, recibe con rapidez el amor incondicional de Dios. Permite que Él sane cualquier imagen errónea que puedas tener de ti mismo.
Si has sido lo bastante afortunado para escapar a un daño así, decide que tus palabras llevarán bendición y sanidad a los demás.