Los caminos difíciles, nos ensenan a tener fe, nos retan a crecer y a cambiar para mejor, nos hacen más fuertes. Dios nos dirigirá hacia la victoria, sin importar la dificultad del camino.
«Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis» (Jeremías 29:11)