Así como el cerebro necesita oxígeno, el ser humano necesita a Jesús. Por eso el salmista exclama: “Tu presencia [gracia] supliqué de todo corazón”.* Vivimos por la gracia. Existimos por la gracia y somos salvos únicamente por la gracia. Si la vida es un don de Dios, como en verdad lo es, nada hicimos para merecerla. Un don es un regalo. Tú no pagas por un regalo. Solamente necesitas aceptado. ¿Cómo reaccionas ante un regalo? Generalmente, el valor de un regalo para ti va a depender de! sentimiento que tienes hacia la persona que te ofrece el presente. ¿Cuál es el tipo de relación que tienes con Dios? Eso es lo que va a determinar tu forma de administrar su regalo.
La vida es frágil. Hoyes, y mañana puede no ser más. Lo único que sostiene la vida es la gracia maravillosa de Dios. Separados de Dios ya no vivimos, apenas sobrevivimos, a veces en estado “vegetativo”, esperando que llegue el día en que el corazón deje de latir.
Haz de este día un día de comunión con el Señor de la Vida. No necesitas dejar de lado tus actividades cotidianas. Enfrenta los desafíos que se presentan hoy ante ti con la certeza de que no estás solo. Dios es tu constante fuerza. Él está a tu lado, a pesar de que las circunstancias adversas te hayan envuelto como densas sombras y no te dejen ver nada. Clama: “Tu presencia [gracia] supliqué de todo corazón; ten misericordia de mí según tu palabra”.*
Alejandro Bullón
Amén gloria Dios..gracias hermanos